Agustina Espina cantó Tu falta de querer
Tiene 10 años. Es de Montevideo, Uruguay. Garra charrúa. Dejará todo en la pista. Vino con toda su familia, quien estaba en la tribuna. Su papá es chofer de colectivo. ¿Canta? No, ni en la ducha. Hay trabajo en Uruguay, por suerte. Su mamá trabaja en una farmacia.
¿Por qué llegó a cantar? Canta de don, de chiquita. Con el carnaval uruguayo y entre medio de lo gritos en el baño, comenzó a tomar clases de canto. Lo que es la vida. Le va muy bien en el colegio. Tiene buenas notas, por cierto. Muchos amigos. Es más, mostró la bandera firmada por todos sus compañeros. ¿Novio? No.
Agustina Espina cantó Tu falta de querer de Mon Laferte. Un hermoso tema. La pequeña tiene una carrera por delante maravillosa. Recibió la devolución de los que saben en este día jueves 9 de mayo.
Además, cantó Corazón hambriento de India Martínez. Se lo pidió Marcelo. Se animó y redobló la apuesta. El primer tema lo cantó muy bien y, sin importar cómo salga, fue para adelante. Increíble voz. Muy educada. Gran personalidad.
Puntajes
Patricia Sosa: ‘tenés una seguridad, un timbre de voz más adulto. A los 10 años nadie tiene ese timbre tan adulto. Tuve que cerrar los ojos por un momento, porque al ver tu imagen de niña me distraía. Muy adulto. Increíble. Es muy difícil de lograr en un grande, imaginate en un niño’.
Oscar Mediavilla: ‘uno cerraba los ojos y se imaginaba a una persona más grande. Hay muchísima gente que quisiera cantar como vos, pero no lo van a lograr nunca. Ese es el famoso don. Tendrás que mejorar la voz. Seguir perfeccionándote. Estás bien plantada, mirás, entendés lo que decís. Es emocionante ver chicos como vos’.
Guillermina Valdés: ‘cuando empezaste, vi que buscaste a tus papás. Te vi tan segura, tan convencida. Se te ve que estás autónoma. La manito, ese movimiento, me pareció genial. Todos nos olvidamos de tu edad’.
Valeria Lynch: ‘miraba las caras de tus papás, disfrutándote, con la emoción a flor de piel. Un alma adulta en un cuerpo de niña. Tenés unos graves tremendos. Muy difícil en un niño. Estudiá, preparate, no hay mejor que aprender de los maestros’.
¿Se habrá prendido el verde en la pantalla? ¡SÍ!
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