Selva se emocionó en vivo
En la última gala de Gran Hermano, mientras Santiago del Moro hablaba con los participantes, se vivió un momento cargado de emoción y tensión. Selva, una de las jugadoras más queridas por el público, tomó la palabra y se quebró al hablar sobre el desperdicio de comida dentro de la casa.
Todo ocurrió cuando se mencionó que algunos concursantes no habían comido lo que se había preparado, lo que desató la indignación de Selva. Visiblemente emocionada, expresó su malestar con un mensaje contundente:
«Que no coman la comida me parece una falta de respeto por toda la gente que nos está mirando por televisión y que pelea por un pedacito de pan… todo lo demás es juego, pero la comida es sagrada. Me emociona porque sé del sacrificio. ¿Cuánta gente quiere comer? Somos gente grande y tenemos que dar un mensaje».
Sus palabras resonaron no solo dentro de la casa, sino también en las redes sociales, donde muchos televidentes coincidieron con su postura. Sin embargo, sus compañeros no reaccionaron de la mejor manera y se le fueron «al humo», sintiéndose expuestos por su reclamo.
Este episodio reavivó el debate sobre la conciencia social dentro del reality. Mientras algunos participantes priorizan la estrategia y las alianzas, Selva puso sobre la mesa una problemática que va más allá del juego: el valor de la comida y la responsabilidad de quienes están en pantalla de transmitir un mensaje positivo.
La audiencia se dividió. Algunos consideraron que Selva exageró y que su intervención fue innecesaria, mientras que otros la aplaudieron por su sensibilidad y compromiso.
Lo cierto es que su mensaje no pasó desapercibido y dejó en evidencia a varios de sus compañeros. En un reality donde cada palabra cuenta, Selva demostró que hay cosas que van más allá del juego.
Selva es una mujer que hace tix tox todo el tiempo y está jugando con la comida ella está acostumbrada pero es insoportable no se puede mirar gran hermano por ella afuera hay mucha jente que dejara de ver gran hermano por ella saquenlan afuera