No la ven bien a Catalina en Gran Hermano

El jueves por la noche, Catalina Gorostidi volvió a ingresar a la casa de Gran Hermano (Telefe), esta vez como reemplazo de Furia, su histórica rival de la edición anterior. La pediatra santafesina entró por la famosa puerta giratoria, en una jugada inesperada que no pasó desapercibida para los seguidores del reality.

Sin embargo, más allá del impacto de su ingreso, lo que generó mayor revuelo fue su actitud durante la cena. En su primera noche, Catalina apenas probó un par de bocados y luego devolvió el resto de la comida a la fuente. Más tarde, mientras sus compañeros miraban una película, evitó comer pochoclos y optó por tomar mate. Estas actitudes despertaron inquietud entre los espectadores, que rápidamente se volcaron a las redes para expresar su preocupación por su estado de salud.

Desde hace meses, los fanáticos del programa vienen comentando la delgadez de Gorostidi, tema sobre el cual ella misma se había manifestado en su momento, revelando que atravesaba un trastorno alimentario. Esa confesión generó empatía, pero también encendió las alarmas ante su reaparición en el juego, especialmente al observar su escasa ingesta de alimentos.

Las redes sociales se llenaron de mensajes de alerta y críticas hacia la producción del programa. Muchos cuestionaron que se permitiera su participación sin una aparente evaluación de su estado físico y emocional. “Catalina no comió nada, está tomando mate mientras los demás cenan”, señaló un usuario. Otro fue más tajante: “No está en condiciones anímicas ni psicológicas para estar ahí. Pero a GH solo le importan los números”.

El debate está instalado: mientras algunos celebran el regreso de una figura fuerte del reality, otros exigen responsabilidad a la producción y mayor cuidado hacia los participantes. Por ahora, Catalina sigue en juego, pero la preocupación por su salud también.

Mirá el video