El detalle en redes sociales que sorprendió a todos los investigadores

El triple crimen de Florencio Varela continúa generando estupor y, con el correr de los días, surgen detalles que refuerzan la hipótesis de un trasfondo vinculado al narcotráfico internacional. Las víctimas, Brenda del Castillo, Morena Verdi y Lara Gutiérrez, de entre 15 y 21 años, fueron halladas sin vida en una vivienda del sur del conurbano bonaerense. Ahora, la investigación apunta a un elemento inquietante: parte de lo ocurrido habría sido transmitido en vivo por Instagram.

El ministro de Seguridad bonaerense, Javier Alonso, confirmó que la banda utilizó un grupo cerrado en la red social para exhibir lo sucedido frente a unas 45 personas. No se trató de un contenido público, sino de un acceso restringido, pensado para “disciplinar” a miembros y rivales. “Este tipo de actos son una forma de marcar territorio y demostrar poder”, explicó.

Las jóvenes fueron engañadas con la promesa de una fiesta y trasladadas hasta la casa donde quedaron bajo el control de la organización. Según trascendió, durante la transmisión, el líder narco advirtió: “Esto le pasa al que me roba droga”, en lo que se interpreta como un castigo ejemplificador.

La existencia de la grabación surgió a partir de la declaración de uno de los cuatro detenidos, quienes permanecen bajo custodia de la DDI de La Matanza. Para los investigadores, el uso de redes sociales como escenario de violencia mafiosa no es habitual, pero revela el grado de brutalidad con el que operan estas bandas.

El supuesto cabecilla ya fue identificado: un joven de 23 años, de nacionalidad peruana, apodado “el pequeño J” o “Julito”, actualmente prófugo con pedido de captura internacional. Paralelamente, se intensificaron los allanamientos, donde la policía secuestró billetes de baja denominación, viandas listas para repartir y un búnker narco desmantelado a las apuradas, todos indicios de una red organizada con ramificaciones en distintos puntos del sur del conurbano.

Uno de los detenidos habría sido el encargado de aportar la vivienda utilizada como escenario del crimen. Otros dos fueron sorprendidos en plena limpieza del lugar, mientras que una mujer, dueña del inmueble, también quedó arrestada.

Las cámaras de seguridad de una estación de servicio fueron clave: allí se vio a las chicas subir a una camioneta Chevrolet Tracker blanca, pista que permitió reconstruir la ruta hasta la casa donde finalmente se produjo el hallazgo.

Los informes preliminares de la autopsia confirmaron que las jóvenes fueron asesinadas en la madrugada del sábado, en un contexto que la justicia vincula con una venganza narco. La comunidad exige respuestas y justicia, mientras la investigación sigue abierta, intentando dar con “Julito” y desentrañar el entramado mafioso detrás de esta tragedia.

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